banner
banner

Armando Alcántara Santuario

foto

Relevancia social de la investigación científica en AL

Campus Milenio Núm 133, pp.8 2005-06-16

Desde hace algunos años, la UNESCO ha organizado el “Foro sobre educación superior, investigación y conocimiento”. Su objetivo consiste en ampliar la comprensión de los sistemas, estructuras, políticas, tendencias y desarrollos de los tres elementos antes mencionados. Si bien el foro plantea una perspectiva global que integra las regiones de África, América Latina y el Caribe, América del Norte, Asia y el Pacífico, los Estados Árabes y Europa, el foco de su mayor interés se centra en las naciones en desarrollo.

Las distintas actividades del encuentro en cuestión forman parte del seguimiento tanto de la Confederación Mundial sobre Educación Superior (París, 1998), como de la Reunión Mundial sobre la Ciencia (Budapest, 1999), ambas auspiciadas por la UNESCO. En este contexto, tuvo lugar la semana pasada en el Centro de Estudios sobre la Universidad (CESU), la reunión correspondiente a la región de América Latina y el Caribe.

De los trabajos presentados por los especialistas participantes, quisiera destacar el de Pablo Kreimer acerca de la “Relevancia social del conocimiento en América Latina: de la internacionalización ‘liberal’ a la división internacional del trabajo científico”. El principal cuestionamiento que guía la contribución de Kreimer es ver la manera cómo afectan los cambios que se observan en los sistemas de educación superior de América Latina a la dinámica de la investigación y a sus practicantes.

Asimismo, se plantea varias preguntas más en el sentido de cómo caracterizar la dinámica de la ciencia, es decir, la creación de conocimientos en los países de la región; además de qué tipo de relaciones se pueden observar entre el espacio de la ciencia y el desarrollo de las sociedades locales, así como la manera como influyen en todos estos procesos las dimensiones de orden internacional y global.

El autor reconoce que la cuestión de la dinámica de la ciencia y su relación con la educación superior no es intrascendente, toda vez que la mayor proporción de la ciencia que se genera en la región latinoamericana, ocurre en las universidades (sobre todo, en las de carácter público).

Para explicar la naturaleza de las transformaciones que se están ando en el terreno de la educación superior Kreimer identifica tres tipos: a) las que tienen relación con la internacionalización de la educación superior en América Latina; b) las que son operadas en los sistemas de educación superior de los países centrales, y c) las que se relacionan con las estrategias de formación universitaria y el desarrollo de los científicos.

Conviene destacar, en cuanto a estas últimas, que proporción importante de los investigadores de mayor prestigio realizaban sus doctorados en el extranjero, situación que se fue modificando paulatinamente con el crecimiento en el acceso a la educación superior y la consolidación de los posgrados locales.

Se ha podido observar, por un lado, que en la década de los noventa, el número de graduados en el nivel licenciatura con mayor crecimiento correspondió a las ciencias sociales. Por el otro, los doctorados en las disciplinas científicas alcanzaron el crecimiento más alto durante el mismo periodo. Lo anterior indica una institucionalización plena de los doctorados en dichas áreas.

Asimismo, como consecuencia de lo anterior se registró un aumento en el número de posdoctorados, a la par de un incremento en la migración de quienes lograban llegar a este nivel.

Resulta muy interesante, para fines analíticos, el señalamiento de Kreimer respecto a la forma como los científicos latinoamericanos se han integrado durante varias décadas al sistema internacional de producción y difusión de conocimientos científicos. Se trata del concepto de integración subordinada, “en la medida en que la elección de las líneas de investigación, la visión de conjunto de los problemas conceptuales y, también, sus utilidades o potenciales, son operados desde los centros localizados en los países más desarrollados”.

La situación anterior se produce como efecto de la división internacional del trabajo científico. Pese a que en la actualidad s estimula participación de grupos de investigación de las naciones en desarrollo en los grandes programas que ese está desarrollando en los países de la Unión Europea (los cuales, por cierto, cuentan con grandes financiamientos), en los hechos quienes encabezan todos los proyectos son los grupos europeos.

No obstante, los grupos de investigación de los países periféricos que logran participar en las actuales “mega redes” aumentan de modo sustancial sus recursos, sus lazos de integración y también, la reproducción ampliada de los nuevos científicos que se incorporan y logran formar se dentro de este esquema.

La situación planteada en esta síntesis muy apretada del trabajo de Pablo Kreimer, ilustra las enormes dificultades que la ciencia latinoamericana tiene que remontar con el fin de alcanzar mayor presencia en los circuitos internacionales de generación y distribución del conocimiento. Más aún, en el nivel local la relevancia social también constituye un reto formidable, toda vez que sus lazos con los sectores productivos y sociales ha sido tradicionalmente débil.

En este sentido, se tiene lo que el propio Kreimer denomina como el Conocimiento aplicable no aplicado. El gran desafío es cómo convertirlo en Conocimiento aplicable si aplicado.




Derechos reservados 2024 PUEES-UNAM
Universidad Nacional Autónoma de México