Sin duda la Ciudad Universitaria es el espacio físico más emblemático de la UNAM. También es de los más distintivos del Distrito Federal y del país. Quien llega por primera vez, no puede dejar de impresionarse por la amplitud de las edificaciones y su carácter monumental, al igual que la belleza de sus jardines y la espléndida combinación de la piedra volcánica con la vegetación. Se cuentan por muchos miles quienes la visitan por razones académicas o por mero esparcimiento. Pese a lo enorme de su tamaño inicial, las edificaciones han sido ampliadas y su número se ha extendido en las décadas posteriores a su inauguración, ocurrida en la primavera de 1954. Los edificios del conjunto original, que albergó las facultades (algunas de ellas todavía eran escuelas nacionales) de ingeniería, arquitectura, derecho, química, ciencias y algunos institutos, constituyeron el inicio de varias etapas de construcción, desde entonces a la fecha. Aparte de su espectacular belleza, “la CU”, como popularmente se le conoce, ha sido el sitio de referencia para importantes movimientos sociales en el país como el movimiento estudiantil de 1968 y algunos otros más, al igual que para eventos deportivos como los Juegos Olímpicos celebrados ese mismo año en su majestuoso estadio.
La construcción de un conjunto tan enorme duró varios años e involucró a muchísimas personas, entre arquitectos, ingenieros y un elevado número de trabajadores de las más variadas ramas de la construcción. Junto al apoyo financiero de varios gobiernos federales (las obras se iniciaron durante el sexenio de Miguel Alemán y se inauguraron durante la gestión de Adolfo Ruiz Cortines), se contó con el talento de un grupo de arquitectos encabezado por Carlos Lazo, Enrique del Moral, Mario Pani, así como con la participación de profesores y estudiantes de la carrera de arquitectura.
El pasado viernes 4 de abril se realizó la ceremonia para festejar que el 22 de marzo se cumplieron seis décadas del inicio de los cursos en el campus principal de la Universidad Nacional. Además del rector José Narro, estuvieron presentes para dar testimonio del acontecimiento un grupo de universitarios y universitarias integrantes de la primera generación de estudiantes, así como algunos que eran profesores. El elemento común en sus intervenciones fue la emoción y el asombro que experimentaron ante la grandiosidad de los edificios, muy contrastantes con los que integraban el Barrio Universitario del centro de la ciudad. Asombro no sólo por los edificios, sino por la belleza que resultaba de la combinación del terreno agreste con las modernas edificaciones. Admiración también por las obras de grandes artistas de la época (Diego Rivera, David Alfaro Siqueiros, José Chávez Morado, Juan O’Gorman y Francisco Eppen), cuyas obras adornan muros y edificios. A sesenta años del inicio de las actividades académicas, resulta difícil imaginar que en aquel entonces la CU se hallaba en una zona muy alejada y poco habitada de la ciudad, con una orografía caracterizada por la roca volcánica producida por la erupción del Xitle.
Como parte de la conmemoración, se han organizado diversas actividades académicas, culturales y deportivas, entre las que se cuenta la exposición 60 años de vida académica en la Ciudad Universitaria, la cual es un recuento por décadas del desarrollo institucional a partir de la puesta en marcha de las instalaciones en cuestión. La muestra destaca los principales acontecimientos que marcaron cada periodo, tanto en el plano académico como político e institucional. Pueden verse, por ejemplo, las distintas etapas de ampliación y crecimiento de los edificios de algunas facultades como ciencias o ciencias políticas, que alguna vez formaron parte del área original y que después de varios años tuvieron edificios más amplios en otras partes del campus. Asimismo, se presentan otros acontecimientos importantes en el desarrollo institucional, como la creación en distintos rumbos del área metropolitana y otras entidades, de los planteles de la Escuela Nacional Preparatoria y del Colegio de Ciencias y Humanidades, al igual que las Escuelas Nacionales de Estudios Profesionales (hoy Facultades de Estudios Superiores) y más recientemente las instalaciones de Morelia y León, entre otras. La exposición muestra las construcción del Centro Cultural Universitario, realizado con motivo del cincuentenario de la autonomía, donde destacan la Sala Nezahualcóyotl y la Unidad Bibliográfica que alberga a la Biblioteca y Hemeroteca Nacional. También se presentan imágenes de la construcción del área de los institutos y centros de la investigación científica, iniciada a principios de los 70 y los de las humanidades en los 80.
En fin, sería muy largo seguir enumerando con detalle los acontecimientos tan significativos para la vida institucional que ahí se presentan. Por tanto, sólo resta señalar que la exposición estará abierta en el Museo Universitario de Ciencias y Artes hasta el 27 de junio.