Lo felicito. No, al contrario, le estoy muy agradecido, señora Secretaria, y a mis otros dos compañeros del gabinete, por sus trabajos e intervenciones. Maravillas, educadísimas formas, ausencia total de crítica: el país va viento en popa, y ni la más breve brisa se atreve a rozar siquiera la proa de la nave del Pacto. Nada lo detendrá. El territorio de las reformas estructurales es espléndido, impoluto, articulado… el futuro, prometedor. El país al día.
Se lleva a cabo el foro “Avances de la Reforma en Materia de Telecomunicaciones y Radiodifusión”. El secretario Ruiz Esparza abre la sesión. Aclara que por instrucciones del Presidente, se han organizado tantos foros como Reformas Estructurales han sido, para que la sociedad esté informada. Recuerda y reconoce la valentía y habilidad del titular del Ejecutivo, y procede a explicar la reforma y las maravillas que de ella derivan. De vez en cuando, detiene el discurso y se proyectan, en video, “testimoniales”: un alto gerente de ATT, sin rubor, lee un texto ajeno y da las gracias a la presente administración como se agradece a la Guadalupana el favor recibido cuando se salvó la vida luego de un incendio.
En el país del gabinete el acceso a internet crece a toda velocidad, sobre todo en las escuelas: al minuto 12 de los 59 que dura el acto, se pide poner atención al segundo testimonial: en una escuela pública, la niña, tableta en mano, pide la palabra. La maestra dice: “Es un programa, la verdad, que yo estoy encantada por tanto beneficio que nos da: los mando a la computadora, y ya, porque la máquina es una carretera que nos lleva al conocimiento de la información”. Tal cual. Otra profesora indica que es un placer recibir a México Conectado. Ese es el nombre del programa. Aparece en el salón grupo escolar nutrido que, como en tabla gimnástica, levanta los brazos mostrando la tableta. ¡La información en un segundo! Con Internet gratis (desde hace cuatro meses), la directora afirma: el avance de los niños es increíble. Por fin somos una comunidad de aprendizaje. Maestros, padres de familia y alumnos unidos. Verdadero milagro. Sale un niño: muchos tenían computadora, pero no acceso a internet. Otra vez una vista del grupo, sonriente, antes de la aparición del logotipo de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes. Conmovidos, los asistentes aplauden a los actores. Sonríe el secretario y bate palmas volteando la vista a la pantalla. Busca al niño y, ¿acto fallido?, encuentra ya su propia imagen.
Culmina: “En síntesis: las bases están. Unidos debemos avanzar. Estas son las historias de carne y hueso. Hay un antes y un después de estas reformas… ¡Sigamos moviendo a México!” Si en otros lares no, aquí los asistentes sí aplauden, fuerte y largo.
Comunicación y educación van juntas, dice el Licenciado Chuayffet en su turno. Las nuevas tecnologías enriquecen los estudios. Datos: en 2013, 240 mil laptops y 709 mil al año siguiente. Pasado mañana, 1 millón cien mil adicionales. La meta: en 2018, 5.8 millones de equipos. ¿Tabletas? La infraestructura necesaria – que mucho agradezco, dice, mirando a Ruiz Esparza – fue instalada en 20 mil salones. Gracias a la SCT, hay 45 mil centros de enseñanza dotados con conectividad. Más cifras, más gratitudes de SEP a SCT por tanto y tanto recibido.
Un poco de memoria: Enciclomedia, Habilidades Digitales para Todos. Ahora: México Conectado. Ancha es la vía a la sociedad de la información. Objetos distribuidos sin un programa pedagógico que los sostenga produce ilusiones: no hay tableta que valga sin un proyecto de formación solvente en que resida su empleo. Y no lo hay ni se avista. Lo que abunda, sí, es grotesco: darse las gracias uno a otro, saludando con sombrero ajeno fantasías. Adulando lisonjeros: elogio en boca propia es vituperio. Qué vergüenza.