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Roberto Rodríguez Gómez

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Educación superior en las campañas presidenciales

Rodríguez-Gómez, R. (abril 12, 2012). Educación superior en las campañas presidenciales. Suplemento Campus Milenio. Núm. 457 2012-04-12

Enrique Peña Nieto, hasta hoy a la vanguardia en las encuestas, incluye dentro de la lista de sus primeros cinco “compromisos nacionales” lograr “más educación y de calidad para todos”. En éste, el abanderado de la coalición Compromiso por México (PRI y PVEM) afirma: “Me comprometo a ofrecer más educación y de calidad para todos alcanzando la cobertura universal de la prescolar a la preparatoria, la cobertura de al menos 45 por ciento en educación superior y ser el primer lugar de América Latina en la Prueba PISA.” Además, anuncia como meta para el sector de ciencia y tecnología invertir “al menos el uno por ciento del PIB y crear un fondo para fortalecer las capacidades estatales y locales en la materia.” (Véase: http://enriquepenanieto.com/compromisos-nacionales).

El 2 de abril Peña Nieto escribió en su página de twitter: “Apoyo total a la UNAM y Universidad Pública. Cobertura de al menos 45% de estudiantes con lugar seguro.” (@EPN). Llama la atención, en primer lugar, que exprese una señal de respaldo a las universidades públicas y en particular a la UNAM cuando, en el contexto de las campañas, no han aparecido propuestas de corte limitativo sobre tales instituciones. Probablemente sea curarse en salud, pero el gesto no deja de ser relevante.

También es llamativa y poco afortunada la expresión “cobertura de al menos 45 por ciento de estudiantes”, en lugar de “jóvenes en edad de cursar estudios superiores”. Si la meta hiciera referencia a, por ejemplo, los egresados de la educación media superior, entonces implicaría una expectativa muy corta, inferior incluso al nivel de cobertura vigente. Si, en cambio, tuviera como parámetro el grupo de edad típico, esto es el correspondiente al conjunto de población entre 19 y 23 años, significaría un avance de más de diez puntos en el curso del próximo sexenio. Entonces vale la pena que se aclare.

En el mismo sentido, la propuesta de Peña Nieto de alcanzar un punto de PIB en materia de inversión en ciencia y tecnología tendría que dejar en claro si se trata de gasto público sectorial o de gasto total, combinación de público y privado. En el primer caso significaría triplicar el actual nivel de inversión, mientras que en el segundo implicaría duplicarlo. Son escenarios distintos y conviene que se precisen.

La candidata de Acción Nacional, Josefina Vázquez Mota, se ha pronunciado en favor de una meta de cincuenta por ciento de cobertura de educación superior para el 2018. El 23 de marzo, al participar junto con Peña Nieto y López Obrador en la jornada de clausura del XXIV Congreso de la Asociación Mexicana de Directivos de la Investigación Aplicada y el Desarrollo Tecnológico (ADIAT), Vázquez Mota apoyó asimismo el pronunciamiento de la asociación de elevar el gasto público en investigación científica hasta el uno por ciento del PIB en los próximos años, y también la iniciativa de integrar una nueva secretaría de ciencia, tecnología e innovación, propuesta que además de la ADIAT ha manejado la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (ANUIES)

En el mismo acto, la abanderada del PAN señaló la necesidad de generar, aproximadamente, ciento cincuenta nuevas instituciones de educación superior para alcanzar la meta de cobertura propuesta. Una estimación así depende del tamaño previsto para las unidades. Si se considera que el cincuenta por ciento de cobertura equivale a más de un millón y medio de nuevos lugares en las IES del país, entonces las nuevas casas de estudio tendrían que albergar, cada una, en torno a diez mil alumnos.

Manuel López Obrador, candidato de la coalición Por el Bien de Todos (PRD, PT y Movimiento Ciudadano), manifestó en conferencia de prensa el pasado 3 de abril, que buscará garantizar “la cobertura total a los jóvenes en universidades públicas”. Agregó que, para ello, sería necesario incrementar en treinta mil millones de pesos el gasto público en el sector (La Jornada, 4 de abril de 2012).

Para ponderar la meta del candidato de las izquierdas sería necesario saber a qué se refiere con “cobertura completa”. Si es el cien por ciento del grupo de edad, entonces haría falta generar siete millones de plazas escolares adicionales a las existentes hoy en día. Si, en cambio, está pensando en asegurar lugar a todos los egresados del bachillerato, la meta es cuantitativamente equivalente a la expresada por Peña Nieto y por Vázquez Mota. En el primer caso, y por cierto también en el segundo, el cálculo de treinta mil millones de pesos adicionales a los más de cien mil millones que representa la actual inversión pública de la Federación y los estados en educación superior se queda corto.

También el candidato del Partido Nueva Alianza, Gabriel Quadri, ha tocado temas relacionados con la educación superior y el desarrollo científico y tecnológico. La plataforma que esgrime tiene como novedad, con respecto a las anteriores, acentuar la necesidad de una reforma de alto calado en el sistema de educación normalista. En cambio, poco ha dicho sobre los subsistemas universitario y tecnológico, salvo la propuesta de fortalecer el nivel de doctorado e incrementar las becas para estudios de posgrado en el extranjero.

En fin, hasta ahora propuestas generales de campaña, que seguramente se irán enriqueciendo en el curso del proceso, una de cuyas primeras estaciones será el debate programado el 6 de mayo. Ya veremos qué se añade y qué se aclara sobre nuestro tema en ese marco.




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