Los términos simples de “éxito” o “fracaso” resultan insuficientes y poco útiles para calificar los resultados del debate organizado por el movimiento #YoSoy132 con tres de los cuatro candidatos en la actual contienda presidencial. El evento mismo representó, claramente, un hito en la trayectoria del movimiento y un punto crucial en sus alternativas de desarrollo a futuro.
La sola realización del debate, incluyendo la invitación a los candidatos a través de Internet (por el canal #Masde131 de YouTube, el 6 de junio de 2012), la respuesta positiva de los candidatos, con la excepción del abanderado del PRI y el PVEM, Enrique Peña Nieto, la definición del formato de interlocución, la producción del evento, y una respuesta mayoritariamente favorable sobre el ejercicio de parte de los actores políticos y sociales, los medios de comunicación y las redes sociales, son elementos que apuntan en una dirección incuestionablemente exitosa.
No debieran soslayarse, sin embargo, algunas implicaciones negativas ocasionadas por las “fallas técnicas” en la transmisión del debate. Como se recordará, en el periodo que va del 6 de junio (día de la invitación) al 19 de junio (día del debate), la Comisión de Comunicación del movimiento, integrada por aproximadamente cincuenta estudiantes de la organización, entró en contacto con televisoras privadas y gubernamentales para explorar las posibilidades de transmitir, por esa vía, el debate. Asimismo, hicieron una invitación abierta a todos los medios (televisión, radio, prensa y canales de Internet) para que participaran en la difusión del evento.
De parte de las televisoras la respuesta fue ambigua. En general, se manifestó interés por acudir al evento para obtener material noticioso, aunque no para transmitir el debate en su integridad. El Canal del Congreso respondió favorablemente, aunque sus posibilidades de acción estaban sujetas a una decisión explícita de parte de la Comisión Legislativa Bicamaral de ese canal. Ésta decisión tardó en definirse al quedar entrampada en el trámite correspondiente a la emisión de un “punto de acuerdo” mayoritario. Más aún, el mismo día del evento, la prensa publicó versiones contradictorias sobre la decisión correspondiente.
Por ejemplo, en el diario El Universal de la fecha se lee: “La Comisión Bicamaral del Canal del Congreso confirmó que por mayoría decidió no transmitir por sus frecuencias el debate entre candidatos presidenciales organizado por el movimiento #YoSoy132” (nota de Carina García). En contraste, el mismo día El Financiero informaba “La Comisión Bicamaral del Canal del Congreso acordó transmitir el debate de los tres candidatos presidenciales organizado por el movimiento #YoSoy132”. Este medio reproducía información proporcionada por Notimex basada en declaraciones del presidente de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados, Óscar Arce Paniagua.
Al no tener una respuesta clara de parte de las televisoras, los estudiantes adoptaron, en paralelo, una opción alternativa: transmitir a través de la plataforma Live desarrollada por Google-YouTube. Contaron, para ello, con asesoría técnica de Google México, aunque, se aclararía posteriormente, no hubo ni contrato de por medio, ni apoyo para mejorar los recursos de conectividad disponibles en la sede del debate.
Confiados en el medio digital, aunque probablemente con información insuficiente sobre los requerimientos tecnológicos específicos para la difusión a gran escala, los estudiantes tomaron la decisión de transmitir imagen única y exclusivamente en el canal de YouTube. Esta decisión se hizo valer, incluso, cuando varias televisoras comerciales, así como el Canal del Congreso hicieron saber a los jóvenes, en la sede del evento, que estarían dispuestas a transmitir el debate de principio a fin.
A toro pasado es claro que tal decisión fue equivocada. Aunque la radio salió a rescatar el desastre originado por las fallas técnicas del medio digital, evidentemente el movimiento perdió oportunidades de difusión al negarle a las televisoras la opción que éstas abrieron en el último minuto. Sin demérito de lo logrado, entra también en el balance de resultados la capacidad del movimiento para tomar decisiones óptimas bajo presión.
Más allá de reafirmar los logros que la prensa resaltó, el movimiento hizo poco por sistematizar los resultados del debate una vez realizado el mismo. En la página oficial del #YoSoy132, así como en otros medios, incluido el YouTube, se reprodujo, desde el día siguiente al evento, el video completo del debate. Pero la organización estudiantil no se pronunció públicamente sobre las afirmaciones o propuestas de los contendientes, salvo resaltar, con distintas expresiones, la ausencia de Enrique Peña Nieto.
Posteriormente, la agenda del movimiento se ha centrado en dos direcciones. La primera, de mayor visibilidad, está relacionada con la defensa del sufragio. Además de las acciones de observación autorizadas por el IFE, han generado demandas para garantizar la objetividad del Programa de Resultados Electorales Preliminares (PREP), y programado acciones de comunicación para insistir en el voto informado y responsable.
¡Otras acciones, como marchas, concentraciones y festivales redondean la agenda de los próximos días. Pero más allá de estas acciones, cuya urgencia se explica por la coyuntura electoral, queda por definir un programa de mediano y largo plazo. De sus posibilidades nos ocuparemos en la última entrega de la serie.