Entre los sexenios de Vicente Fox Quesada y Felipe Calderón Hinojosa, cuando el PAN tuvo en sus manos el gobierno federal, se desarrolló una clara línea de continuidad en materia de programas educativos. Se trata de dos etapas de un mismo proyecto educativo. No obstante, el periodo de Calderón estaría marcado por el protagonismo del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, el SNTE, en la gestión de los procesos que marcaron el rumbo de la política educativa sexenal. No es exagerada la caracterización de la etapa como de cogobierno SEP-SNTE en el ámbito de la educación básica del país.
Durante los gobiernos del PAN el SNTE amplió su área de influencia de la educación a otras estructuras políticas y sociales. Dirigentes sindicales fueron postulados a representantes en el Congreso federal y los congresos de los estados por prácticamente todos los partidos políticos. Estuvo la organización magisterial detrás de la postulación de varios gobernadores y operó en favor de tales candidaturas. Culminaría este proceso de expansión política con el respaldo activo a la candidatura del presidente Calderón.
En diciembre de 2006, al darse a conocer los nombramientos del gabinete para el nuevo sexenio, se conocieron los nombres de Josefina Vázquez Mota al frente de la SEP y de quien fungiría como subsecretario de Educación Básica: Fernando González Sánchez, yerno de Elba Esther Gordillo. Con este acto la presidencia confirmaba la alianza política entre el gobierno federal y el gremio magisterial.
A comienzos de 2007 se instaló la comisión SEP-SNTE para elaborar la propuesta educativa del Plan Nacional de Desarrollo y perfilar los trazos del Programa Nacional de Educación del sexenio. Apenas anunciado el dispositivo, es decir la denominada “Comisión Facilitadora de apoyo a los trabajos del IV Congreso Nacional del SNTE” (13 de febrero 2007), se hicieron oír múltiples voces críticas sobre la nueva alianza entre la autoridad educativa y el gremio. Ello no fue obstáculo, sin embargo, para que continuara la transición hacia la fórmula de cogobierno.
Poco después, el 21 y 22 de mayo de 2007, se celebraron las sesiones plenarias del IV Congreso Nacional de Educación organizado por el SNTE. Como parte de las conclusiones del Congreso, la organización sindical propuso la necesidad de integrar “un modelo educativo para el siglo XXI” a través de la consulta con especialistas, autoridades educativas y representantes sindicales. La estrategia se habría de plasmar, al cabo, en la Reforma Integral de la Educación Básica (RIEB). También fue conclusión del congreso impulsar la evaluación integral y la formación profesional del magisterio, desde luego con el concurso de la organización magisterial.
No menos importante, el IV congreso aprobó la formulación de una Norma Oficial Mexicana (NOM) relativa a la calidad educativa. El Programa Sectorial de Educación 2007-2012, publicado en noviembre de 2007, incluyó dicha recomendación entre las acciones a desarrollar en el ámbito de la educación básica. Más tarde, en mayo de 2008, el SNTE hizo público el documento “Propuesta de anteproyecto de Norma Oficial Mexicana del Servicio de Calidad en la Educación Básica Obligatoria”, en la cual hay un propuesta de definición operativa sobre la calidad educativa, los indicadores y estándares la describen, así como las instancias que, según la propuesta del SNTE, se encargarían de supervisar, comprobar y certificar su cumplimiento en los centros escolares.
Lo de la NOM de calidad educativa no prosperó más allá del proyecto. En lo que sí se avanzó fue en la RIEB. Como hace notar Guadalupe Ruíz Cuellar, “el proceso llevó varios años debido a que se realizó en diferentes momentos en cada nivel educativo: en 2004 se inició en preescolar, en 2006 en secundaria y entre 2009 y 2011 en primaria. En este último nivel educativo la reforma curricular se fue implementando de forma gradual, combinando fases de prueba del nuevo currículum con fases de generalización a la totalidad de las escuelas primarias del país”. (“La Reforma Integral de la Educación Básica en México en la educación primaria: desafíos para la formación docente”, Revista Electrónica Interuniversitaria de Formación del Profesorado, vol. 15, núm. 1).
En mayo de 2008 se suscribió la “Alianza por la Calidad de la Educación” (entre el gobierno federal y el SNTE), que concretaba las principales propuestas educativas del cogobierno, entre ellas el compromiso de la evaluación universal del magisterio así como el otorgamiento de nuevas plazas de profesores y directivos del sistema educativo por la vía de los concursos de oposición.
En complemento de la RIEB, al final del sexenio se dio a conocer el contenido de la Reforma curricular de normales 2011-2012, con tres propuestas básicas: enfoque centrado en el aprendizaje; flexibilidad curricular, y modelo basado en competencias. En 2011 se implementó una experiencia piloto y en 2012 la generalización de la propuesta. El ciclo reformista del PAN terminaría con varios pendientes, quizás el principal el modelo propuesto para la evaluación docente y la formación del magisterio.
Terminaría también con la ruptura de facto de la alianza desarrollada en esos años. A la vista de las elecciones de 2012, el gremio abandonaba el barco blanquiazul.