Roberto Rodríguez Gómez

Parecía liquidado el tema de la vigencia o cancelación del programa de escuelas de tiempo completo. Desde la SEP, con refuerzo del ejecutivo federal, se explicó que los recursos serían adjudicados, en su totalidad, al programa “La escuela es nuestra”, cuyo objetivo consiste en mejorar la infraestructura física de los centros escolares. Se dijo que, por efecto de la pandemia, el mantenimiento y rehabilitación de escuelas era prioritario.

La reacción de organismos no gubernamentales ocupados de la problemática educativa, así como el punto de vista de especialistas e investigadores, fue mayoritariamente crítico. No faltó, sin embargo, quienes respaldaran la decisión con el argumento que las escuelas de tiempo completo no habían producido los resultados esperados y que, en comparación con el costo del programa, la decisión de cancelarlas es razonable.

En fecha reciente, no obstante, parecen abrirse nuevas oportunidades para la permanencia del programa. En primer lugar, en varias entidades federativas se ha anunciado la permanencia de las escuelas de tiempo completo a través de la aplicación de fondos estatales. Más recientemente legisladores de la comisión de educación en la Cámara de Diputados, se pronunciaron en favor de la continuidad del programa. Al parecer esta conclusión fue unánime en la comisión y es respaldada, incluso, por diputadas y diputados de los partidos aliados al gobierno.

Al respecto, la diputada Flora Tania Cruz, legisladora de Morena y presidenta en turno de la comisión de educación, declaro: “Nosotros ya tenemos una postura fijada como comisión de educación, lo manifestamos en nuestra última reunión ordinaria y toda la comisión se pronunció a favor de este programa y de hablar con la secretaria de Educación, Delfina Gómez, para encontrar el cómo sí” (El Universal, 21 de marzo 2022). La propia legisladora abundó en la opción de entrar en diálogo con la SEP y la Secretaría de Hacienda para examinar la posibilidad de canalizar recursos excedentes del gasto federal con el fin de asegurar la continuidad del programa.

En disidencia con la postura expresada en la comisión de educación, el diputado Azael Santiago Chepi, también de Morena y exdirigente de la sección 22 de la CNTE, expresó en tribuna: “Vienen a defender un programa, las Escuelas de Tiempo Completo, que fueron un fraude como enciclomedia, como la entrega de supuestas tabletas y laptops a los alumnos, Escuelas al 100, un auténtico fraude. Como dijeran en mi pueblo, pura robadera” (Excélsior, 18 de marzo 2022).

Además, en la Junta de Coordinación Política (Jucopo) de la cámara baja, se convino la instalación de una mesa de trabajo sobre las escuelas de tiempo completo, que se verificará el 22 de marzo con presencia de la titular de Educación. El objetivo de la misma es encontrar una solución que, sin afectar los recursos comprometidos para “La escuela es nuestra”, brinde una solución a los estudiantes, familias y docentes que serán afectados con la cancelación de las escuelas de tiempo completo. En la fecha convenida, la titular de la SEP canceló su presencia en la reunión por “no contar con los elementos necesarios para el encuentro con los legisladores” (El Universal, 22 de marzo 2022). Es posible, sin embargo, que dicha reunión sea agendada en fecha próxima.

Aunque el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) no se ha pronunciado oficialmente, lo que se explica por el contexto de negociación de su pliego anual de demandas, los dirigentes de varias secciones han coincidido en calificar como problemática y negativa la decisión de cancelar las escuelas de tiempo completo.

El secretario general de la sección 6 (Colima), José Jaime Núñez Murguía, expresó: “es un tema que deben analizar profundamente todas las instancias involucradas, no podemos aventurarnos ahorita porque no nos corresponde aquí, pero creo que es algo que debe proponer tanto el Congreso del Estado, el Congreso de la Unión, todo mundo debe de proponer y decir por qué sí funcionaban las escuelas de tiempo completo” (El Comentario, 22 de marzo 2022). En el mismo sentido, Leonardo Campos Aparicio, dirigente de la sección 56 (Veracruz) manifestó que “la desaparición de las Escuelas de Tiempo Completo representa un atentado contra la educación básica del país.” (El Demócrata, 18 de marzo 2022). Coincide en ello Francisco Ramírez Labra, líder de la sección 24 (Querétaro) y añade que “la implementación de dicho esquema (las escuelas de tiempo completo) abonaba a la aspiración del magisterio de tener una mejora en sus prestaciones económicas” (Código Querétaro, 17 de marzo 2022).

El secretario general de la sección 30 (Tamaulipas) apuntó también sobre el carácter negativo de la medida: “No nos parece correcta y adecuada la indicación, por lo que haremos el comentario ante las autoridades sindicales nacionales para que intervenga ante la SEP, en razón de viene a reducir un apoyo cuando estamos necesitando una escuela mexicana más completa.” (La Región, 2 de marzo 2022). Alejandro Ariza Alonso, dirigente de la sección 23 (Puebla), además de respaldar la decisión del gobierno del estado para aportar recursos locales a la continuidad del programa, afirmó que “la dirigencia nacional también está elaborando una serie de solicitudes para que todos los gobernadores de México destinen más recursos económicos a la educación y continúen los programas de Escuelas de Tiempo Completo” (La Jornada de Oriente, 6 de marzo 2022).

Habrá que esperar la decisión definitiva, aunque por ahora no hay que dar por muerto el programa, salvo que en ello se empecinen las altas autoridades. Veremos.