Roberto Rodríguez Gómez

En el marco del día mundial de la población (11 de julio), el Consejo Nacional de Población, Conapo, presentó las nuevas Proyecciones de Población 2020-2070, resultado del trabajo técnico de conciliación demográfica realizada por un selecto grupo de académicos y expertos en demografía, de diversas instituciones, convocados por Conapo e Inegi, con el propósito de revisar la congruencia de las estadísticas e indicadores clave arrojados por el Censo de Población de 2020; y confrontarlas con las proyecciones de población realizadas previamente a partir del levantamiento intercensal del Inegi, de 2015.

El proceso de conciliación analiza la información de los volúmenes de población por grupos de edad que arroja el Censo, con otras fuentes de información demográfica, tales como las estadísticas e indicadores de natalidad, fecundidad, mortalidad, migración interestatal e internacional, entre otros. A partir de esta revisión se realiza una nueva estimación de las proyecciones de población, a nivel nacional y estatal, por género y grupos de edad.

Las proyecciones de población son un instrumento fundamental para la planeación demográfica y la prospectiva del desarrollo económico y social del país a corto, mediano y largo plazos, ya que aportan una valiosa herramienta a las diversas autoridades para orientar el diseño de las políticas públicas y estimar las acciones y recursos necesarios para avanzar en el cumplimiento de los derechos constitucionales, particularmente a la alimentación, la salud, la educación, el agua, la vivienda, al trabajo, entre otros.

Las nuevas proyecciones de población que abarcan el periodo 2020-2070, modifican el escenario demográfico del país, ya que se estima un volumen de población superior al previsto en la estimación anterior, con todo y los impactos de la pandemia del covid-19. Se calcula que en 2023 la población del país es de 131.1 millones de habitantes en el país; para 2030 será de 138 millones de habitantes; y para 2053 el país alcanzará su tope de crecimiento con 147 millones de habitantes; y a partir de ese año la población comenzará a descender.

La revisión demográfica plantea retos importantes para las políticas públicas, ya que, en breve, obligarán a revisar los indicadores utilizados para medir, tanto los avances como dimensionar los retos del desarrollo social y económico. Los nuevos datos no solo muestran que México tiene un volumen de población total por arriba de la estimada con anterioridad, sino que confirma dos procesos desafiantes para gobierno y sociedad. En la actualidad la mitad de la población tiene menos de 30 años; pero se avanza de manera firme en el proceso de envejecimiento demográfico: se calcula que para el año 2070 la población de 65 años y más será de 48.4 millones, equivalente a 34.2 por ciento del total de la población.

En el caso de la educación superior, las nuevas proyecciones de población arrojan que México cuenta, en 2023, con un total de 11 millones 239 mil 357 de mujeres y hombres de 18 a 22 años; esto significa que el país tiene el potencial que representan 301 mil 699 jóvenes más de los que se habían calculado anteriormente. Dicha cifra equivale a todos los jóvenes de 18 a 22 años de un estado del tamaño de Tamaulipas.

Con las nuevas proyecciones de población, el cálculo del indicador de la tasa de cobertura en educación superior para el ciclo 2022-2023 registra una variación negativa de 1.37 puntos porcentuales, pasando de 43.5% a 42.1% /

Un fenómeno similar, de ajuste a la baja en la tasa de cobertura en educación superior, se observa en las 26 entidades federativas cuya población de 18 años y más es superior a la estimada previamente. Esto significa que las autoridades educativas y las instituciones de educación superior deberán revisar las metas reales de la cobertura en educación superior, con una perspectiva territorial; pero con el claro compromiso de avanzar con firmeza y compromiso en el mandato constitucional que establece el derecho humano a la educación superior. Ese es el reto. Ni más ni menos.

Por último, es importante hacer notar que las proyecciones demográficas del Conapo confirman la tendencia según la cual el segmento de población de 18 a 22 años entró en una fase de meseta con tendencia a la gradual disminución del volumen poblacional de ese grupo etario, lo que abre una ventana de oportunidad para alcanzar en los próximos años la meta de 50 por ciento de la tasa de cobertura bruta en educación superior. Como la estimación de dicha población al 2030 es de 11 millones 135 mil 904 personas, la matrícula correspondiente a los estudios de licenciatura y técnico superior universitario debería alcanzar una cifra aproximada a los 5.5 millones de estudiantes, es decir en torno a 815 mil estudiantes más que los actualmente inscritos. Ello implica la creación de aproximadamente 135 mil plazas escolares durante cada año del próximo sexenio. Una meta difícil pero no inalcanzable si se tiene claridad en las prioridades nacionales.