Roberto Rodríguez Gómez

Una estimación gruesa acerca de la participación del sector académico dentro del número de patentes obtenidas por titulares mexicanos en el país arroja una proporción entre una cuarta parte y un tercio del total. Sólo las universidades, públicas y privadas, representan entre 10 y 15 por ciento de tal volumen, el resto corresponde a las IES tecnológicas, a los centros públicos de investigación, así como a las entidades de investigación adscritas al sector salud. Del conjunto de instituciones tecnológicas destaca el conglomerado IPN-Cinvestav y el Instituto Mexicano del Petróleo. En el área biomédica, tanto el IMSS como el conjunto de institutos nacionales del sector salud concentran las principales aportaciones en este renglón.

Una consulta superficial a la base de datos del Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI) arroja resultados de interés sobre la distribución de patentes obtenidas por universidades mexicanas. De la serie completa, es decir, la comprendida en el periodo de 1991 a la fecha, que corresponde a las patentes en vigencia, hace evidente la primacía de la UNAM en el conglomerado universitario. La máxima casa de estudios del país cuenta con más de 120 patentes vigentes, lo que representa poco más de 60 por ciento del total registrado por las universidades del país, sin contar las aportaciones del IPN o el ITESM.

Los datos del los recientes diez años (de enero de 2000 a enero de 2010) reiteran la última observación, aunque con algunos matices. La UNAM ha obtenido en ese último periodo un total de 52 patentes, lo que significa 47 por ciento del volumen de registros a nombre de las universidades del país. El segundo lugar es ocupado por la Universidad Autónoma Metropolitana, la cual consiguió en dicho lapso un total de 31 patentes a su nombre. Como se ve, la distancia entre la UNAM y la UAM no es tan grande si se aprecian las diferencias de tamaño y presupuesto entre ambas instituciones.

En cambio, la distancia entre la UNAM y la UAM respecto de cualquier otra universidad pública del país sí es apreciable. Según la información disponible, siguen en la lista ordenada por patentes obtenidas entre 2000 y 2010 la Autónoma de Nuevo León, con ocho patentes; la Autónoma de Yucatán, con cuatro patentes, y la Universidad de Guanajuato, con tres. Posteriormente, la Autónoma de Coahuila y la Universidad de Guadalajara, ambas con dos patentes, así como las universidades de Puebla, Tabasco, Michoacán y Colima, todas ellas con una patente registrada. También lograron una patente en la reciente década la Universidad Autónoma Agraria Antonio Narro y la Universidad Tecnológica de Nezahualcóyotl.

Tómense estos datos con alguna reserva. Fueron obtenido mediante consulta vía internet al Sistema de Información de la Gaceta de la Propiedad Industrial y es posible que alguno o varios registros (por ejemplo, los de patentes compartidas entre universidades, entre universidades y centros de investigación o entre universidades y empresas) hayan sido dejados fuera de la estimación. Dejando a un lado pretensiones de exhaustividad y exactitud, la tendencia parece clara: en el segmento universitario predominan la UNAM y la UAM, mientras que el resto de las universidades públicas del país cuenta con mucho menores posibilidades de contribuir al desarrollo y registro de patentes.

Del grupo de universidades particulares, sin tomar en cuenta al ITESM, sólo dos figuran en la lista: la Iberoamericana, con dos patentes, y la Fundación Universidad de las Américas (Puebla), con una.

Por último, dato por demás llamativo, es creciente el número de universidades del extranjero que han conseguido patentes ante el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial. En el cuadro que acompaña esta entrega se advierte que entre 2000 y 2004 sólo una patente por año fue otorgada a universidades del extranjero. El promedio sube a tres patentes en el lapso de 2005 a 2008 y alcanza un punto culminante en 2009, con ocho patentes. ¿Cuáles son estas universidades?, principalmente las de España, algunas de Estados Unidos, Canadá, Inglaterra y Cuba, y en el reciente año también instituciones de Chile (la Universidad Católica de Chile y Universidad Católica del Norte) y Brasil (la Universidad de San Carlos).

Dejemos las conclusiones de esta serie para la próxima semana.