María Herlinda Suárez Zozaya

Los procesos de globalización e integración a nivel mundial han ejercido una notable influencia en las responsabilidades que debe asumir la universidad frente a la sociedad, que espera, cada vez más, que esta institución actúe estrechamente comprometida con la realidad. Por ello, la universidad pública no puede evadir las propuestas de la sociedad del conocimiento ni mantenerse aislada de los valores de la mercantilización y de la competencia, pues forman parte de la realidad en la cual la universidad se encuentra inmersa. Su principal compromiso es apoyar la creación y el mantenimiento de condiciones básicas para la democracia y la mejor la calidad de vida, en la sociedad en la que se localiza y con la que se encuentra principalmente comprometida la atención del desarrollo local se ha convertido en ordenamiento racional y moral de la universidad.

El compromiso con el desarrollo local ha dado a la universidad un nuevo habitus, constituido, entre otras cosas, por la extensión de sus funciones hacia nuevos públicos y servicios.

Ahora que el conocimiento es pieza clave para la competencia, es necesario que los procesos universitarios de aprendizaje y de investigación se abran a la participación de la ciudadanía a fin de para dar paso a estrategias y mecanismos de gestión del conocimiento en beneficio del territorio. El desafío que enfrenta la universidad de formar especialistas, Iíderes y promotores del desarrollo local, tiene el propósito de que ellos acompañen a la universidad en el cumplimiento de sus cometidos.

Siendo la UNAM una universidad pública que vela por cumplir cabalmente sus compromisos con la sociedad y por responder a las necesidades de "los tiempos", es menester que atienda el desafío. En el seno del Seminario de Educación Superior, establecido formalmente por el rector en 2004, se diseño y gestionó el Diplomado en Formación de Agentes de Desarrollo local, que se imparte en la Unidad Académica Ciencias Sociales y Humanidades de la UNAM en Mérida (UACS-HUM). Entre los objetivos del curso destacan los dos primeros.

Reconstruir la relación Universidad-sociedad desde el paradigma del desarrollo local; formar agentes impulsores del desarrollo capaces de dinamizar su entorno, potenciando en ellos competencias teóricas y metodológicas de gestión y gerencia del desarrollo local.

Los otros cinco son: concienciar y sensibilizar a los representantes del sector público de nivel estatal y municipal, del sector privado, de los ámbitos académicos y de las organizaciones de la sociedad civil, respecto de la necesidad de impulsar estrategias de desarrollo planificadas y gestionadas local y regionalmente; ofrecer una formación específica y continua a los interesados en la materia de desarrollo local cubriendo un vado formativo cada vez más demandado por los profesionales de las Humanidades y Ciencias Sociales; aportar al desarrollo de conocimientos sobre el desarrollo local, promoviendo investigaciones teóricas y empíricas acerca de políticas, estrategias e instrumentos de intervención y gestión en el ámbito de lo local; promover la difusión de conocimientos y experiencias sobre iniciativas locales y regionales, con el fin de crear un clima de intercambio y experiencias compartidas que contribuya al éxito de los proyectos de desarrollo de cada territorio; promover y apoyar la construcción y operación de redes locales, regionales e internacionales y diseñar proyectos y estrategias de trabajo co-participativos que contribuyan al desarrollo de comunidades específicas y que acerquen los recursos a los ciudadanos.

El modelo pedagógico y el cumplimiento de los objetivos del diplomado exigen la participación interinstitucional y el enfoque interdisciplinario. Demandan involucrar a los actores locales, involucrados en la gestión y acción en el territorio sede. En Yucatán, el diplomado es impartido y certificado por la Universidad Autónoma de Yucatán (UADY), a través de su Facultad de Economía, y la UNAM, a través de la UACSHUM.

Participan en la convocatoria del diplomado profesores de El Colegio Mexiquense, el Instituto Mora, la UAM. Por la UNAM, participan, además del Seminario de Educación Superior y la UACSHUM; asimismo, el centro Regional de Investigaciones Multidisciplinarias (CRIM), el Centro de Investigaciones Interdisciplinarias de Ciencias y Humanidades (CIICH) y el Instituto de Investigaciones Sociales (IIS-UNAM), adscritas a la coordinación de Humanidades. También la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales aporta recursos. Asimismo, el diplomado, sus maestros y alumnos se enriquecen con la participación de expertos de Argentina y Uruguay.

Asisten al diplomado 29 alumnos. Dado que el fundamento del diplomado es fortalecer a las universidades estatales, la mitad de los asistentes son profesores-investigadores becados de la UADY. La otra mitad son funcionarios estatales y municipales, integrantes de la sociedad civil, empresarios y miembros de comunidades indígenas.

Esta diversidad de actores nutre al diplomado, creando un valor agregado para las universidades involucradas y para sus alumnos y profesores, quienes además de conocimientos y capacidades reciben la oportunidad de construir relaciones de proximidad y confianza con actores fundamentales para hacer efectiva la gestión del desarrollo local.

Los resultados del diplomado han sido muy satisfactorios. Así lo han expresado alumnos y profesores asistentes. La calidad de los maestros y la pertinencia de los contenidos, enfoques y estrategias docentes han resultado óptimas y se espera que se mantengan hasta concluir el curso (comenzó en mayo del 2005 y terminará en del 2006). Por supuesto, el diplomado y sus resultados son evaluados para derivar aprendizajes útiles que mejore el curso. Se espera replicar la experiencia de Yucatán en otras entidades. Por lo pronto, la UNAM y la Universidad de Sonora (UNISON) ya se encuentran preparando el diplomado.

Ahora que la UNAM está asumiendo el compromiso con el desarrollo local, su carácter nacional está tomando un nuevo significado, fincado en la colaboración, el apoyo y los aprendizajes mutuos entre universidades localizadas a lo largo y ancho del territorio nacional. De lo que se trata, después de todo, es de proyectar el quehacer y las responsabilidades universitarias desde una nueva institucionalidad que potencie, entre otras cosas, el capital social que tenemos los mexicanos y que, sin duda, es exigencia del desarrollo local.