Es lógico pensar que la reciente visita del presidente Felipe Calderón a Morelos tuvo entre sus objetivos enviar el mensaje de que la Alianza por la Calidad de la Educación (ACE) se va a imponer en la entidad, aunque no le guste a muchos maestros y estudiantes ni a tantos morelenses. Acompañado por el nuevo secretario de Educación Pública, Alonso Lujambio, el presidente realizó una gira relámpago por la entidad y planteó que con la mencionada alianza “ganan maestros, estudiantes y la nación misma”. Al hacer esta afirmación, Calderón olvidó que varios maestros han perdido sus trabajos debido a la alianza y también que en la entidad la democracia ha sufrido enormes mermas por la manera como se está tratando de imponer.
Luis Manuel Rodríguez Olvera, quien funge actualmente como secretario general de la Sección 19 del SNTE, expresó que Lujambio no tiene mayores antecedentes en el ámbito de la educación pública, pero que lo que se espera de él es que asegure que los acuerdos de la alianza se cumplan al 100 por ciento. Porque, dijo Rodríguez Olvera, con Josefina Vázquez Mota las cosas habían llegado a un punto de estancamiento y, por lo tanto, cambiar a la titular de la secretaría fue necesario; añadió que el SNTE se mantendrá vigilante al quehacer de la SEP. Fue así que, de manera franca, el líder sindical advirtió sobre el poder que el SNTE tiene sobre el presidente y que por ello su postura es coincidente: la alianza se impondrá pese a quien le pese y caiga quien caiga. Sin duda, quien está detrás de estas contundentes afirmaciones es la maestra Elba Esther Gordillo.
Se dicen muchas cosas acerca de cómo la maestra Gordillo tiene en sus manos a Calderón y al PAN debido a los favores electorales que les ha procurado y todavía les puede procurar o escatimar. De hecho, el reciente cambio en la Secretaría de Educación Pública, la apretada visita a Morelos y lo que el SNTE ha expresado sobre el nuevo secretario, demuestran que el grupo que está hoy en el poder necesita la ayuda de Elba Esther. Las elecciones del 5 de julio ya están en puerta y las encuestas y el imaginario social sitúan la lucha electoral entre el PAN y el PRI, dándole posibilidad a este último de que gane la mayoría. En estas circunstancias, lo que esperan los panistas es que, como ya sucedió en las elecciones de 2006, el toque mágico de la lideresa del SNTE incline los resultados de las votaciones en su favor.
La persistencia, ya por más de tres años, de la mancuerna entre el gobierno y el SNTE con fines electorales denota que, en los tiempos que corren, el gobierno mexicano no se tienta el corazón para convertir “lo público” en el escenario privilegiado que necesita para llevar a cabo las contracesiones y los intervencionismos sin los cuales le sería difícil mantener el poder y controlar las disidencias. Así que de no interpelar lo que está pasando hoy en torno de la Alianza por la Calidad de la Educación, los mexicanos terminaremos perdiendo el respeto y la confianza en lo público y, con ello, los referentes políticos de lo colectivo y la posibilidad de sostener la democracia como instancia de cambio.
No puede negarse que ya hace mucho que la educación pública en México está pidiendo a gritos que se hagan cambios; es por todos conocido que las primarias y secundarias públicas en el país ofrecen deficiencias y hasta peligros a niños y jóvenes. Sin duda, hoy es de interés común mejorar la calidad del sistema público de educación y, en este contexto, la alianza por la Calidad de la Educación debe ser bienvenida. En efecto, esta alianza podría representar el punto de partida para que la educación mejore y para interpelar el uso que el gobierno está dando a lo público. Porque la defensa de la educación pública podría comenzar con la discusión abierta y reflexiva de la alianza, y, con ello, efectivamente sería cierto lo dicho por Calderón en cuanto a que con la alianza ganarán maestros, estudiantes y la nación misma. Entonces, el desafío consiste en que, sin olvidar quiénes están detrás de la alianza, ésta no sea juzgada por eso, sino desde el punto de vista pedagógico. Por supuesto que, junto con la alianza, deben ponerse en la mesa de discusión otras propuestas.
Justamente con el espíritu de llevar a cabo un diálogo abierto y reflexivo en torno de la alianza y a proyectos alternativos orientados a mejorar la calidad de la educación y fortalecer su carácter público, se ha organizado el Foro “Por la defensa de la educación pública: Morelos en el centro del debate”. Será realizado los sábados por la mañana del 9 de mayo al 27 de junio en Cuernavaca. La información sobre el encuentro puede consultarse en la siguiente dirección electrónica: http://132.248.35.1/ec/Foroed/. Ojalá sean muchos quienes asistan y participen.